Año Nuevo



Las primeras celebraciones por la llegada de un nuevo año comenzaron hace unos 4000 años en la antigua Babilonia. La primera luna nueva después del equinoccio de primavera a finales de marzo cuando la intensidad y la duración de la luz solar y de la oscuridad son iguales anunciaba a los babilonios el comienzo de un nuevo año que celebraban con un festival religioso llamado “Akitu” cuyo significado se deriva de la palabra sumeria para cebada cosechada en la primavera. En esa misma fecha, además del año nuevo “Atiku”, se celebraba la victoria mítica del dios del cielo babilónico “Marduk” sobre la diosa del mar “Tiamat”. La celebración de año nuevo se utilizaba también para cumplír objetivo político cuando un nuevo rey era coronado o cuando el “mandato divino” del gobernante actual era renovado.

En la Roma precristiana bajo el calendario juliano, el día de Año Nuevo estaba dedicado a “Janus” (origen de la palabra “enero”) dios de las puertas de entrada y de los comienzos. En el calendario gregoriano de la cristiandad el día de Año Nuevo marcaba litúrgicamente la Fiesta de los Nombres y la Fiesta de la Circuncisión de Jesús que se observa todavía en las iglesias Anglicana y Luterana.
En Roma, el emperador romano Julio César presentó su calendario juliano añadiendo 90 días al año 46 a.C. para alinearlo con el sol. A lo largo del tiempo las civilizaciones desarrollaron calendarios fijando el primer día del año en relación a un evento agrícola o astronómico. En Egipto el año nuevo comenzó con la inundación anual del Nilo que irrigaba los cultivos y coincidió con el ascenso de la estrella Sirio. En China el primer día del año nuevo coincidía con la segunda luna nueva después del solsticio de invierno.

El calendario romano que según tradición fue creado por Rómulo fundador de Roma en el siglo VIII a.C., constaba inicialmente de diez meses y cada año nuevo comenzaba durante el equinoccio de primavera. Al rey Numa Pompilio se le atribuye la inclusión de los meses de enero y febrero, pero a lo largo de los siglos el calendario romano se desincronizó con el sol y en el año 46 a.C. el emperador romano Julio César consultando con astrónomos y matemáticos introdujo su calendario juliano, que era similar al calendario gregoriano moderno que se utiliza actualmente en todo el mundo. Como parte de su reforma, el emperador romano Julio César instituyó el día primero de enero como el primer día del año, en parte para honrar al dios romano “Janus” cuyas dos caras le permitían mirar hacia el pasado y hacia el futuro. Los romanos celebraban el Año Nuevo ofreciendo sacrificios a “Janus”, intercambiaban regalos, decoraban sus casas y asistían a fiestas. Los líderes cristianos en la Europa medieval cambiaron temporalmente el primero de enero como primer día del año por días con significado religioso, como el 25 de diciembre considerado aniversario del nacimiento de Jesús, y el 25 de marzo Fiesta de la Anunciación, pero finalmente en 1582 el Papa Gregorio XIII restableció el primero de enero como el día de Año Nuevo. El calendario gregoriano vigente actualmente en todo el mundo tomó su nombre del Papa Gregorio XIII.

Traducción y transcripción por:

Jorge Alejandro DelaVega L.

Referencias:

Mehra, Komal. Festivals Of The World. Sterling Publishers. p. 69. ISBN 9781845575748.

McKim, Donald K. (1996). Dictionary of Theological Terms. Westminster John Knox Press. p. 51. ISBN 0664255116.

Hobart, John Henry (1840). A Companion for the festivals and fasts of the Protestant Episcopal Church. Stanford & Co.

Andrews, Evan (31 December 2012). "5 Ancient New Year's Celebrations". History News. Retrieved 31 January 2014.

Michels, A.K. The Calendar of the Roman Republic (Princeton, 1967), p. 97-8.

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