Tartufo
La Huella del Tartufo Xavier Velasco Periódico Milenio Octubre 13, 2018 Hombre hipócrita y falso”, define el diccionario al tartufo. Molière, empero, a cuyo memorable personaje se debe la vigencia del adjetivo, lo presenta como un impostor: el santurrón torcido y amañado que escenifica un espectáculo de humildad ficticia para alcanzar los fines más aviesos. Es así que el Tartufo de la pieza teatral se hace pasar por guía espiritual, con el fin de estafar y despojar a un hombre ingenuo —Orgón—, no sin antes tiranizar a su familia con toda clase de amonestaciones religiosas y morales, al tiempo que se afana en seducir secretamente a la hija y a la esposa del cándido de marras. Suena familiar, ¿cierto? Todos hemos sabido de más de un tartufo. Son virtuosos y humildes, de dientes para afuera, a la vez que rabiosos fustigadores de la conducta ajena; de modo que recurren con gran impunidad a los deslices que censuran y reprochan. Suelen hablarnos desde un pedestal, aprovechando así lo que J