Cristóbal Colón - Judío



Cristóbal Colón - Judío

Investigadores españoles como José Erugo, Celso García de la Riega, Otero Sánchez y Nicolás Días Pérez, concluyeron recientemente que Cristóbal Colón fue un judío converso que tuvo que renunciar a la práctica externa de su religión judía ante la brutal persecusión judía que se llevó a cabo en España a partir de 1492.


Cuando Cristóbal Colón navegó en el océano atlántico hacia América en 1492, los reyes católicos españoles ordenaron la expulsión, conversión o muerte de los judíos en España. Los judíos que permanecieron en España y que se salvaron de ser asesinados por los inquisidores españoles, fueron obligados a convertirse en cristianos.


La institución inquisitorial no fue una creación española. La primera inquisición fue creada por la bula papal Ad abolendam, promulgada a finales del siglo XII por el papa Lucio III como instrumento para combatir la herejía albigense en el sur de Francia. La Inquisición española, fundada en 1478 y controlada por los reyes españoles, Isabel y Fernando para mantener la ortodoxia católica en los reinos y colonias españolas, tiene precedentes en Europa desde el siglo XII, particularmente en Francia en el año 1184. Su abolición se aprobó en 1812 en las Cortes de Cádiz, pero se abolió definitivamente hasta el 15 de julio de 1834, durante la Regencia de María Cristina, al inicio del reinado de Isabel II.

Mientras en España a partir de 1492 la inquisión perseguía a los judíos, en Latinoamérica se extendían las colonias españolas donde los judíos perseguidos llegaban secretamente como cristianos convertidos forzosamente al cristianismo huyendo de los inquisidores españoles. De esta forma, el legado genético judío se estableció en América y en millones de latinoamericanos.

El viaje de Cristóbal Colón no fue, como se cree comúnmente, pagado de inmediato por la reina Isabel, sino mediante préstamos de dos judíos conversos: Louis de Santángel cuya función principal en la Corte del rey Fernando de España fue prestar dinero al monarca, y Gabriel Sánchez que fue tesorero del rey y protector de Cristóbal Colón. Ambos judíos anticiparon un préstamo a los reyes católicos Isabel y Fernando para pagar el viaje de Cristóbal Colón a América, al igual que Don Isaac Abravanel, empresario, rabino y estadista judío. Las dos primeras cartas enviadas por Cristóbal Colón, no fueron para los reyes católicos Fernando e Isabel, sino para los judíos Louis de Santángel y Gabriel Sánchez, dándoles las gracias por el apoyo económico recibido y contándoles lo que había encontrado en su viaje.

Cuando España expandió su imperio en las Américas, a partir del primer viaje de Cristóbal Colón en 1492, los judíos para salvar su vida se convirtieron en cristianos y comenzaron a dirigirse a las colonias españolas en Latinoamérica donde personas con costumbres judías han prevalecido.

Un estudio reciente del ADN en Latinoamericanos revela la ascendencia judía sefardí generalizada y más pronunciada que en personas de España y Portugal: "nos sorprendió mucho descubrir que ese era el caso", dijo Juan-Camilo Chacón-Duque, genetista del Museo de Historia Natural de Londres. Los registros genéticos indican que los judíos conversos y las personas que compartieron ascendencia judía con ellos, llegaron a las Américas en gran número, porque las colonias españolas en América ofrecían a los judíos oportunidad de escape y salvación de la inquisición española que llegó también a las colonias españolas en América. Los declarados culpables de observar prácticas judías en México, por ejemplo, fueron quemados en la hoguera.

Los judíos conversos viajaron a América en secreto porque los monarcas en España prohibían que los conversos o sus descendientes viajaran hacia sus colonias en América y, por esta razón, los conversos que viajaron a América no se identificaron como judíos conversos, sino como cristianos falsificando su ascendencia. En algunas regiones de Colombia era costumbre local sacrificar un cerdo para las festividades y comer la carne del cerdo públicamente para mostrar que no se era judío. En el siglo XVII la mayoría de los conversos se asimilaron y perdieron las costumbres judías. Hoy, algunos descendientes de judíos reclaman su identidad judía y tratan de unirse a grupos de genealogía judía.

Autor:

Jorge Alejandro DelaVega L.

Referencias:

Papa Lucio III, traducción de Fr. Ricardo W. Corleto. «Decretal del papa Lucio III Ad abolendam». Pontificia Universidad Católica Argentina. Consultado el 19 de diciembre de 2015.

Fehér, J. (1967). Magyar Középkori Inkvizicio. Buenos Aires, Argentina: Editorial Transilvania.
Cf. Vauchez (1998:303).

Carta al Card. Roger Etchegaray con motivo de la publicación de las Actas del Congreso Internacional sobre la Inquisición (15 de junio de 2004)
Borromeo A., ed. (2003).

L' inquisizione. Atti del Simposio internazionale (Città del Vaticano, 29-31 ottobre 1998). Biblioteca Apostólica Vaticana. ISBN 9788821007613.

Juan Manuel Forte Monge (6 de marzo de 2014). «San Agustín, vencedor de herejes en el siglo XVI español». Criticón. Consultado el 19 de diciembre de 2015.

Bechtel, Guy (2008). Las mujeres de dios, pág. 131. Montevideo, ediciones Zeta. ISBN 978-84-96778-78-8.

https://www.theatlantic.com/science/archive/2018/12/dna-reveals-the-hidden-jewish-ancestry-of-latin-americans/578509/

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